A diferencia de la responsabilidad contractual, la responsabilidad civil extracontractual nace de la culpa o negligencia, sin que exista ningún tipo de vínculo contractual entre las partes.
Tiene su regulación en el art. 1902 del Código Civil, que establece que “El que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado”.
Esta clase de culpa genera una responsabilidad no porque se incumpla alguna de las obligaciones del contrato sino porque se omite un deber de diligencia que incumbe a toda persona.
Lo veremos mejor con un ejemplo sencillo:
Cuando tenemos un accidente de tráfico conduciendo nuestro vehículo en el que causamos un daño a un tercero, hemos incurrido en responsabilidad civil extracontractual, y tendremos obligación de reparar los daños causados.
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